Categoría: Noticias

La entraña es la parte del diafragma de la res que está adherida a las costillas. Es una carne muy fibrosa y está rodeada por una capa de grasa. Si se la cocina a su punto tiene un sabor indescriptible y es muy tierna: prácticamente se deshace en la boca.

Este manjar tiene unos pequeños trucos para que salga exquisito. El primer paso, para que salga tierna, es quitarle la mayor parte de la capa de grasa que la envuelve. Aunque parezca imposible en el primer intento, luego se verá que no lo es tanto: se toma la punta de la entraña, se hace un pequeño corte entre el cuero con grasa y la carne, y luego se comienza a estirar suavemente hacia arriba, sosteniendo a la vez la parte carnosa para que se despegue poco a poco. Se necesita mucha paciencia y hacerlo despacio, porque si se jala de golpe resulta más difícil despegarla. Si en alguna parte está demasiado pegada, se puede hacer otro corte como al principio. Después hay que repetir el proceso con el otro lado para dejarla bien limpia.

Si bien este corte es muy popular cocinado a la brasa, no es la única forma de hacerlo: también se puede hacer al horno, guisada o a la plancha y queda estupenda. Hecha a la brasa, la entraña (por ser tan fina) es de cocción bastante rápida, por eso no hay que quitarle el ojo de encima cuando se la pone en la parrilla. Y lo más importante, para que salga muy sabrosa, es dejarle una capa muy delgada de grasa, que le dará el toque especial para el éxito. La entraña guisada, en tanto, es igual de sabrosa y tierna, pero resulta en un plato mucho más suculento y nutritivo. Por eso hoy les presentamos una receta de esta variante, para que puedan disfrutar en familia o asombrar a sus amistades en alguna reunión.

Entraña guisada a la riojana

Ingredientes:

  • 1 Pimiento verde
  • 1 Cebolla perla
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • 4 Papas grandes
  • Chorizos PROCAR
  • 1 ají rojo picante
  • 1 cucharada de pimiento deshidratado
  • 20ml. de vino blanco
  • Agua hirviendo (cantidad necesaria)
  • Sal
  • 1 hoja de laurel fresco
  • 400 g de entraña de ternera PROCAR

Preparación:

  1. Lo primero que hacemos es calentar una olla o cazuela a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva.
  2. Mientras se calienta el aceite lavamos un pimiento verde y lo cortamos en juliana sobre una tabla de madera con un cuchillo afilado. También cortamos en juliana una cebolla pelada y 2 dientes de ajo pelados.
  3. Cuando el aceite esté listo añadimos las hortalizas picadas y las salteamos con cuidado de que no se quemen.
  4. Mientras se cocinan, pelamos y cortamos en rodajas cuatro papas. También cortamos en rodajas dos chorizos PROCAR (a los que previamente conviene pinchar y dar un hervor breve, para que no se desarmen al cortarlos). Añadimos ambos ingredientes a la olla o cazuela.
  5. A continuación humedecemos y añadimos el ají rojo picante, una cucharada de pimiento deshidratado, 20 ml. de vino blanco, cubrimos con agua hirviendo y echamos sal a gusto. Echamos una hoja de laurel fresco, tapamos y cocinamos a fuego bajo durante 30-40 minutos.
  6. Cuando resten 5 o 10 minutos de cocción, preparamos la entraña de ternera PROCAR. Para ello calentamos una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cuando esté caliente cocinamos la carne vuelta y vuelta y añadimos sal a gusto.
  7. Para finalizar, servimos la carne de ternera PROCAR con las papas y el chorizo que hemos preparado en la olla.

Nota: Este plato también puede presentarse acompañado con arroz cocido (blanco o amarillo).

Fuente: canalcocina.es, barbacoas-argentinas.com
0

Se acerca el Día de la Madre y también el verano. La cantidad de reuniones familiares y de amigos aumenta, y tiene muchas veces como protagonistas a las brasas de la parrilla. Hoy te vamos a dar los 9 trucos imprescindibles para que tus asados sean incomparables.

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que con organización y planificación, tu parrillada saldrá mejor. No basta comprar carne y carbón y dar por hecho que todo saldrá bien. Es importante una labor previa que simplificará las tareas cuando amigos y familiares esperen hambrientos sus piezas de carne a la brasa.

1. Cuántas personas vendrán a comer

Averigua qué número de personas va a asistir, aunque sea de forma aproximada y calcula una media de unos 350-400grs. de carne por persona. Esto incluye los embutidos de entrada tipo chorizo, morcilla, vísceras como chinchulines o riñones, alitas de pollo y las carnes principales que se vayan a asar, distribuyendo en partes iguales dicha cantidad. Los expertos de Delikatessen Las Ventas pueden ayudarte con esta selección.

Por ejemplo, para 10 personas, serán necesarios entre 3 1/2 y 4 kilos de carne. Es decir, aproximadamente 2 kilos de chorizos, morcillas, etc.; y 2 kilos de carne magra tipo lomo, chuletas o hamburguesas.

2. Las brasas perfectas

Hay muchos consejos que te podemos dar sobre las brasas, pero los podemos resumir en paciencia, distancia y tiempo.

Es decir, brasas ya maduras, blanquecinas o grisáceas; la parrilla no muy cerca de las brasas; y tiempo para hacer lentamente las carnes hasta que estén en su punto. Si no lo hacemos así, la carne se quemará demasiado por fuera y sin embargo, no estará cocinada en el centro.

3. La elección de la fuente de calor

No es lo mismo una barbacoa hecha de bloques de leña, de ramitas y piñas o una de carbón. Ten en cuenta que su poder calorífico es diferente y que su duración también es distinta. El carbón es lo más seguro, ya que las brasas duran mucho más y mantienen una potencia constante.

Las barbacoas de ramas o leña son las más ricas, pero requieren una continua alimentación para seguir fabricando brasas al costado de la barbacoa para evitar las llamas que podrían chamuscar la comida cocinándola antes de tiempo. Si no tienes tanta experiencia en la materia, lo mejor será dejar esta opción para más adelante.

4. La seguridad ante todo

Es conveniente que quien maneje la parrilla tenga a mano los elementos necesarios para su propia seguridad. Pinzas largas para poder dar la vuelta a las piezas sin pincharlas, guantes para mover las parrillas y algún hierro largo para las brasas. También debe tener a su alcance un vaporizador o spray para apagar alguna llama o para refrescarse, así como una gorra para evitar la insolación (en especial si la parrilla no cuenta con un techo o alero que la proteja del sol).

5. Preparación de la carne

Preparar la carne para su asado posterior es una labor sencilla que marcará la diferencia cuando la pongamos sobre la parrilla. No puedes hacer una barbacoa cuidando todos los detalles y después sacar la carne de la nevera y ponerla sobre las brasas. Para obtener un resultado perfecto con la carne tienes que respetar los siguientes consejos:

  • No olvides tener la carne a temperatura ambiente al menos una hora antes de asarla. Puedes tener la carne cerca de las parrillas para que las piezas vayan sudando, pero no ponerla sobre ellas mientras se van haciendo las brasas.
  • Si quieres aromatizar la carne, puedes meter alguna hierba aromática como romero o tomillo en los laterales de la barbacoa para que estas hierbas den un toque a la carne.
  • Prueba diferentes cortes de carne. Además de chuletas, hamburguesas y bifes de chorizo, es interesante descubrir el placer de la entraña argentina o el asado de tira para introducir variedad en tus asados. En este aspecto, los especialistas de Delikatessen Las Ventas también podrán orientarte.

6. Cómo asar la carne y el orden en la parrilla

Asar carne a la barbacoa requiere sus tiempos. Coloca las piezas en la parrilla y deja que se asen tranquilamente. En las zonas con menos calor, más alejadas de las brasas puedes ir poniendo las próximas piezas que vayas a asar. No toques la carne ni le des vueltas continuamente. Deja que se vayan haciendo tranquilamente y dales la vuelta solamente cuando ya estén en su punto.

En cuanto al orden en la parrilla, comienza con chorizos, pancetas y morcilla y prepara a continuación las piezas de pollo como alitas o muslos y pinchos. Después, según las vayas sacando, ve colocando las piezas más grandes que necesitarán más tiempo, para que se vayan asando mientras tus invitados se comen los bocados de entrada.

7. La sal y las especias

No eches sal a la carne antes de ponerla en la barbacoa. Es preferible sazonar las carnes una vez estén cocinadas, ajustando cada uno la sal a su gusto. Además así las carnes conservarán sus jugos y quedarán más sabrosas y será más placentero el momento.

No olvides llevar otros condimentos y especias, como pimienta negra para moler en el momento, ajo en polvo y hierbas aromáticas. Así podremos disfrutar de las carnes con distintos sabores en cada pieza o incluso en cada bocado.

8. Los marinados y adobos

Una forma de triunfar en las barbacoas es preparar adobos y marinados en los que dejar las carnes unas horas la noche anterior a la barbacoa. Así, al asarse en las brasas se mezclarán los sabores de ahumado, asado y marinado, cobrando la carne un sabor especial. Por ejemplo, cada cocinero tiene una receta personal para el chimichurri; y también resulta sabroso el uso de provenzal (ajo y perejil en aceite, picados muy fino) sobre las carnes.

9. Apagado de brasas y limpieza

Cuando termine la barbacoa, tenemos que tener en cuenta que aunque las brasas parezcan muertas, probablemente tengan aún mucho calor. Si la barbacoa tiene tapa, podemos dejarla puesta para ahogar el fuego. Si no la tiene, debemos apartar el carbón y leña que no se hayan quemado y esperar a que se apaguen las brasas. Es mejor no apagar el fuego con agua, pero lo importante es dejar el fuego bien apagado: si debemos salir luego de la comida, tendremos que recurrir a esa opción.

La limpieza de la parrilla es otro tema importante. Aprovechando que aún tiene temperatura, podemos pasar un estropajo metálico para dejar cada una de las láminas como nueva. Es mucho más fácil hacerlo ahora que encontrarse la suciedad la próxima vez que nos vayamos a reunir en torno a las brasas.

Fuente: directoalpaladar.com
0

Para preparar este delicioso plato de origen milanés se utiliza pata de ternera, cortada en piezas de unos 5 cm. de grosor. Traducido literalmente, ossobuco significa «hueso con agujero» o «hueso hueco», y cada porción consiste en un trozo de hueso con su tuétano rodeado de carne.

Al cocinar el ossobuco hay que tener mucho cuidado para que el tuétano no se salga del hueso porque a los aficionados a este plato nos encanta sacarlo y extenderlo en un trozo de pan.

Otra característica especial del osso buco es la «gremolata», una mezcla de ralladura de limón, ajo y perejil que se espolvorea sobre él en el momento de servir. Hay quienes prefieren cocerlo en la olla a fuego lento, pero también se puede hornear si se quiere: en este caso la temperatura debe ser baja y no sobrepasar los 150º.
En esta receta, elaborada en Italia desde hace muchísimos años, la carne tierna y la deliciosa salsa hacen que el plato resultante sea una fiesta de sabores.

Receta de Ossobuco a la Gremolata

Cocina: Italiana.
Comensales: Dos (2)

Ingredientes:

  • 2 piezas de ossobuco de ternera de unos 270-300grs. cada una
  • 2 cucharadas de harina
  • 1 cebolla perla pequeña
  • 1 zanahoria
  • 1 hoja de laurel
  • 100ml. de vino blanco seco
  • 2 cucharadas de pasta de tomate o 200 gr. de tomate natural
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Sal y pimienta negra.
  • Para la guarnición
  • Puré de patata mezclado con 2 cucharadas de salsa de la cocción del osso buco.
  • Para la Gremolata
  • 1 diente de ajo
  • Ralladura de medio limón amarillo (solo la parte amarilla, si rallas la parte blanca de la cáscara el preparado resultará muy amargo).
  • 2 cucharadas de perejil fresco bien picado.

Preparación:

  1. Gremolata
  2. Machaca en el mortero el diente de ajo, añade la ralladura de limón y el perejil bien picado, mezcla y reserva.
  3. Osso buco
  4. Limpiar la carne con un papel de cocina, rebozar ligeramente cada pieza con harina, sacudiéndola después para eliminar el exceso.
  5. Poner en una olla baja (deben caber las piezas extendidas) dos cucharadas de aceite y cuando esté la temperatura al máximo (ojo que no se queme), dora la carne por ambos lados, dándole la vuelta una sola vez. Retira y reserva.
  6. En la misma olla, añade un poquito de aceite y agrega la cebolla y la zanahoria cortadas muy finas y la hoja de laurel. Baja la temperatura, tapa la olla y deja que «suden» unos 5-6 minutos, removiendo el recipiente de cuando en vez.
  7. Vierte el vino y sube la temperatura para que empiece a hervir rápidamente hasta que se reduzca.
  8. Baja la temperatura al mínimo y añade el tomate y un vaso de agua. Salpimentar a gusto.
  9. Lleva a punto de cocción lenta e incorpora con cuidado las piezas de carne.
  10. Tapa la olla y déjala cocer suavemente durante una hora y cuarto aproximadamente o hasta que la carne esté tierna. Pínchala para comprobarlo.
  11. Saca cuidadosamente cada ossobuco y colócalos en una fuente. Reserva.
  12. Vuelca la salsa en el vaso de la batidora y tritura. Una vez triturada, vuelve a ponerla en la olla y llévala nuevamente a punto de ebullición para que recupere el color (al triturar las salsas pierden el color bonito). Coloca nuevamente la carne en la olla, déjalos un par de minutos para que recuperen el calor y apaga el fuego. Rectifica de sal.
  13. Sirve bien caliente con el puré de patata, el ossobuco cubierto de la salsa y la «gremolata» por encima.
¿Puedes hacer este plato el día anterior? Sí, lo dejas en la salsa y en el momento de servir lo calientas y le añades la gremolata.
Fuente: lacocinadefrabisa.lavozdegalicia.es
0

El Tomahawk Steak es un filete grueso con costilla y una presentación impresionante, que poco a poco se ha ido ganando un estatus notable dentro de la carne de res. Se localiza en el costillar del animal y es un corte especialmente indicado para sibaritas de la carne. Su nombre procede de las antiguas hachas usadas por los guerreros sioux.

La gran infiltración de grasa intramuscular (marmoleado) e intermuscular junto con el hueso de la costilla le confiere un gran sabor y una jugosidad excepcional. El peso promedio de cada pieza está en torno a los 800 grs., hecho que lo convierte en un corte ideal para compartir por dos o más personas. El corte del hueso estilo Francés, realza el sabor dándole una presentación elegante y espectacular.

Opciones de cocción

Para empezar toda cocción, como bien sabes hay que preparar la carne para que esté en las mejores condiciones. Si tu pieza de Tomahawk está congelada, refrigérala durante 2-3 días para permitir que se descongele lentamente.

Cuando la pieza esté descongelada, sácala de su embalaje, sécala con una servilleta de papel y déjala reposar hasta que esté a temperatura ambiente. Sazona todos los lados del filete con sal y pimienta justo antes de cocinarlo.

1- Cocción directa en la Barbacoa

Tanto si tu barbacoa funciona con carbón como con gas o electricidad, la cocción directa te permite soasar (asar un alimento solamente hasta que está ligeramente dorado o tostado) rápidamente las carnes, poniéndolas directamente en contacto con el calor.

Precalienta la barbacoa. Marca el corte por todos sus lados, incluyendo el borde grueso. Baja la temperatura a medio, cierra la campana y cocina durante 15-20 minutos. Revisa la temperatura interna usando un termómetro de carne para asegurarte de que obtienes el grado de cocción que estás buscando.

Una vez finalizada la cocción, deja reposar en un lugar cálido cubierto con papel de aluminio durante 15 minutos.

2- Cocción indirecta en la Barbacoa

La cocción indirecta permite asar, como en un horno. Con esta cocción, los productos nunca están directamente en contacto con la fuente de calor, y se obtienen sabrosas recetas cocinadas a fuego lento.

Coloca tu Tomahawk en el lado más frío de la parrilla, manteniéndolo tan lejos del calor como sea posible. Dale la vuelta cada 5 minutos, volteando de extremo a extremo y de lado a lado para una cocción uniforme.

Cuando la temperatura interna es de 50ºC, retíralo del calor y cubre con papel de aluminio durante 15 minutos. Una vez transcurridos los 15 minutos, enciende de nuevo la parrilla de barbacoa y espera a que esté muy caliente. Coloca el Tomahawk sobre la parrilla caliente y giralo después de 1-2 minutos para marcar el otro lado. Luego, mantén el lado de grasa sobre la parrilla para cocerlo también.

Si no has conseguido el punto que buscabas, puedes volver a ponerlo en la parrilla otra vez 30 segundos por cada lado. No hay necesidad de dejarlo reposar de nuevo con este método, así que retíralo de la parrilla, córtalo y ¡a disfrutar!

3- Sous Vide (Cocción al vacío)

El Sous Vide es un método de cocción que mantiene la integridad de los alimentos al calentarlos durante largos periodos de tiempo a temperaturas relativamente bajas. Este método emplea bolsas de plástico herméticas que se sumergen en agua caliente por debajo del punto de ebullición (normalmente sobre 60°C).

Si tienes acceso a una máquina de baño de agua, entonces este método es una gran manera de asegurar una pieza tierna, con una cocción uniforme y una corteza increíble. Calienta el baño de agua a 53°C. Sella el Tomahawk en una bolsa al vacío y colócala en el baño de agua con la tapa hacia abajo. Deja cocinar lentamente durante 1-3 horas.

Una vez transcurrido el tiempo en función del grosor de la pieza, retira el Tomahawk de la bolsa y sécalo con una servilleta de papel. Calienta una cacerola de hierro fundido grande. Cuando esté con un calor súper alto, añade aceite vegetal y mantequilla. Cuando la mantequilla empieza a dorarse, echa el corte de carne a la cacerola y márcalo durante 30 segundos a 1 minuto, después dale la vuelta y haz lo mismo en el otro lado.

Ahora, sostén el filete con las pinzas y sella el lado más grueso y todo alrededor de los bordes hasta que estén crujientes. Deja reposar en una rejilla durante 5 minutos, córtalo y sírvelo.

¿Cómo servir tu Tomahawk?

Utiliza un termómetro de carne para verificar la temperatura interna antes de servir. Llévalo a la mesa, sostén el hueso con una mano y rebana a lo largo de su longitud para quitar la carne del hueso. Luego rebanar la carne a través del grano en rodajas gruesas. Vuelve a sazonar con sal y pimienta al gusto y acompaña con algún aderezo como el chimichurri o una salsa bearnesa tradicional, junto con papas fritas.

Fuente: rangersvalley.com.au

0

El filet mignon (solomillo) responde a los filetes que se cortan de la punta estrecha del solomillo (generalmente se les da la forma de triángulo) Está considerado por muchos como el filete más elegante de todos. Es muy blando y dulce, aunque su sabor es menos intenso que el de un filete con hueso.

Se trata de un corte de carne cuyo nombre le describe perfectamente. Los términos “filet mignon” derivan del francés y juntos significan «pequeño medallón». Pero, a pesar de ser pequeño, este corte no pasa desapercibido para nada; el filet mignon es el rey de los cortes, o al menos es así como suele considerárselo, gracias a su inmensa suavidad.

La manera más común de presentarlo, en la modalidad francesa (no olvidemos que es un plato de esta cocina), es salteado con manteca de cerdo o con mantequilla adicionada de aceite.

Entonces, si el filet mignon es un corte de carne, por descarte hemos aprendido una cosa: no se trata de una receta. Y esta aclaración es importante, pues muchos suelen hablar de él como si lo fuera.

Ingredientes:

  • 2 filet mignon PROCAR de aprox. 3 a 5 cm de espesor
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharadita de aceite de oliva
  • 1/4 taza de cebollín picado
  • Sal y pimienta
  • 1/2 taza más 1 cucharada de caldo de carne
  • 1 cucharada de granos de pimienta
  • 1/3 taza de crema espesa

Preparación:

  1. Caliente una sartén grande a fuego medio-alto y derrita la mantequilla. Condimente ambos lados de cada filete PROCAR con sal y pimienta. Ahora, cocínelos durante 3-4 minutos por cada lado. Pasado ese tiempo, colóquelos en un plato. Cubra el plato y aparte.
  2. Muela los granos de pimienta con un mortero. Si no tiene mortero, puede poner los granos de pimienta dentro de una bolsa de plástico y machacarlos con un lado de un mazo para carnes. Recuerde que no tiene que hacerlos demasiado pequeños; con apenas romperlos estará bien.
  3. En la misma sartén donde ha cocinado los filet mignon, sume aceite de oliva y el cebollín picado. Cocine durante 1 minuto. Luego agregue los granos de pimienta rotos y siga cocinando durante 1 minuto.
  4. Vierta la 1/2 taza de caldo de carne mientras reduce el fuego a bajo y va agregando lentamente la crema de leche. Deje que se cocine a fuego lento durante 3 minutos o hasta que la salsa se haya espesado lo suficiente. Si nota que se espesa demasiado, agregue la cucharada de caldo de carne restante para equilibrar.
  5. Luego, lleve los filet mignon a un plato para servir. Por encima de ellos vierta la salsa de pimienta recién hecha.

¡Y ahora se sirve! Le recomendamos servirla de inmediato para que se disfrute mucho más.

Fuente: vix.com, gastronomia.laverdad.es

0

Al cocinar la carne, el interior debe alcanzar los 70ºC para cuidar la salud y reducir al máximo los riesgos

El primer aspecto a tener en cuenta a la hora de cocinar la carne es la seguridad alimentaria. Además de mantenerla refrigerada o congelada antes de cocinarla, la carne debe quedar bien hecha (pero no quemada o carbonizada) para evitar el riesgo de ingerir bacterias que nos podrían causar una intoxicación. En las carnes crudas existen microorganismos propios del animal y la gran mayoría de ellos son destruidos gracias al calor de la cocción. Para que se reduzcan al máximo los microorganismos, se debe conseguir que el interior de la carne alcance los 70ºC. Una manera de comprobar que la carne de vacuno ha llegado a dicha temperatura en su interior es cuando esta toma un color grisáceo.

El siguiente artículo explica cuáles son las cocciones más recomendadas, qué técnicas se deben utilizar de manera esporádica y ofrece algunos consejos prácticos a la hora de cocinar la carne.

Carne de res: cocciones más recomendadas

Los especialistas señalan que, de entre las muchas formas de cocinar la carne (plancha, horno, hervida, en guisos o cocidos, frita, etc.), las técnicas de cocción más saludables son la plancha, el asado y el hervido, porque no precisan el uso de grasas. La utilización de mucho aceite para cocinar una carne aumentará el aporte de calorías del plato y ello puede resultar, a largo plazo, en una ganancia de peso indeseada.

  • El asado, además, presenta otro posible beneficio: si se comienza la cocción a fuego fuerte, ello forma una costra superficial en la carne que conserva mejor los nutrientes de la pieza, además de dar lugar a una carne más jugosa y sabrosa.
  • Por el contrario, la cocción al vapor, los hervidos o los guisados (métodos de cocción a temperaturas de hasta 100°C, pero durante más tiempo) generan una mayor pérdida de algunas vitaminas solubles en agua.
  • Los horneados (un método de cocción que eleva hasta 200°C la superficie del alimento, pero sin una llama directa) también son recomendables, a no ser que se utilice una gran cantidad de grasas en su elaboración.
  • Sucede lo mismo con la cocción al microondas (que genera una vibración de las moléculas de agua, lo cual produce calor). Cuanta menos grasa se utilice en la elaboración del plato, mejor.

Lo ideal es, como se puede comprobar, alternar unas cocciones con otras, sin abusar del consumo de carnes fritas o rebozadas.

Barbacoas o parrillas: utilización esporádica

Los asados a la parrilla y las barbacoas, pese a ser técnicas culinarias muy prácticas que se adaptan muy bien a las actividades y reuniones al aire libre, generan temperaturas de hasta a 400°C, algo no recomendable. Estos métodos de cocción, que algunas veces utilizan una llama directa para cocinar los alimentos, generan compuestos químicos potencialmente cancerígenos, de entre los que destacan unos productos denominados «hidrocarburos aromáticos policíclicos». Al parecer, tal y como señala el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, el tipo de madera utilizada para las brasas también puede ser un factor importante en la producción de productos químicos que contaminan los alimentos. Las maderas duras, tales como las de roble y nogal, queman de forma limpia y son más recomendables.

También se aconseja eliminar la grasa visible y realizar una precocción de las carnes en el microondas o en el horno antes de asarlas, para que el tiempo de cocción y la generación de compuestos indeseables sea menor. Lo más prudente es, en todo caso, no consumir con frecuencia o en grandes cantidades carne quemada o carbonizada.

Algunos consejos útiles para la cocción de la carne

  • Siempre resulta recomendable eliminar la grasa visible de la carne, para que su aporte calórico y de grasas saturadas y colesterol disminuya.
  • En los guisados se puede utilizar menos aceite y añadir más cantidad de verduras, hortalizas y legumbres, para que el plato sea menos calórico y más saludable.
  • El consejo de añadir alimentos de origen vegetal es aplicable a cualquier receta con carne, ya que ello mejorará sin duda su perfil nutricional.
  • En el caso de la carne rebozada (que es la más calórica de todas las técnicas) se puede sustituir la harina por harina integral, el huevo por leche desnatada y el pan molido por pan molido integral. Si, además, se introduce la carne en el fuego cuando este está muy caliente (pero no humeante) y tras retirarla se deja escurrir en un papel absorbente, el resultado final será mucho más saludable y menos calórico.
  • En cuanto a la textura de la carne, antes de cocinarla podemos ablandar sus fibras dándole unos golpes con, por ejemplo, un rodillo de cocina.

Fuente: consumer.es

2

En esta receta vamos a realizar un lomo strogonoff, Preparado con una salsa hecha a base de champiñones, cebolla blanca y crema de leche o nata, entre otros ingredientes. Esta receta se hizo popular en la Segunda Guerra Mundial, ya que es un plato que se puede realizar en grandes cantidades.

El Lomo Strogonoff o ternera Strogonoff, es un plato de carne de ternera cortada en dados y acompañado con hongos, cebollas y salsa hecha de crema agria, servido sobre arroz o pasta. La composición del mismo hace que pueda producirse en grandes cantidades.

Plato de origen ruso, perteneciente a su cocina tradicional, que desde el siglo XVIII forma parte de la alta cocina internacional. El nombre se le atribuye al conde ruso Gregory Stroganoff (1770-1857), quien era un noble poderoso, gran gastrónomo y que siempre tenía a su servicio a buenos cocineros que preparaban diferentes viandas. Uno de ellos preparó esta carne que se convirtió en la favorita del conde y que tomó el nombre del mismo.

Tras la caída del imperio ruso, la receta se popularizó y se llegó a servir en los hoteles y restaurantes de China antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Los inmigrantes rusos y chinos hicieron que se propagara este plato a los Estados Unidos generando diversas variantes, todas ellas muy populares durante los 1950, siendo la más popular la que acompaña a este plato con arroz y huevo.

Receta

Ingredientes:

Vino blanco 350cc

Harina 200grs

Laurel 2 Hojas

Mostaza de Dijón 50grs

Cebollas 500grs

Champignones 250grs

Páprika 20 g

Sal y Pimienta a gusto

Lomo de ternera PROCAR 800grs

Crema de leche 400cc

Aceite de oliva 30cc

Caldo de carne 400cc

Preparación

– Limpie la carne y corte en cubos de 1,5cm aproximadamente.
– Mezcle la harina con sal, pimienta y reboce los cubos de carne.
– Corte la cebolla en emincé (láminas muy delgadas, de 1mm de espesor).
– Retire los tallos de los champignones y corte en cuartos.
– En una sartén con aceite de oliva saltee la carne.
– Retire la carne de la sartén y reserve.
– Agregue más aceite a la sartén y rehogue la cebolla con un poco de sal.
– En una olla caliente con el vino hasta que se evapore el alcohol.
– Disponga las cebollas, la carne, el caldo y cocine durante 30 minutos aproximadamente.
– Agregue el laurel, la crema de leche, los champignones, la mostaza, la páprika y lleve a hervor.

Presentación

– Sirva en cazuelas de servicio.

Fuente: agoramagazine.it

0

Un seco es un tipo de estofado o guiso característico de algunos países de Sudamérica; los secos se pueden preparar con diferentes tipos de carnes o aves. La carne se cocina a fuego lento en una salsa espesa que suele llevar cerveza o chicha, jugo de fruta, ajo, cebolla, tomate, hierbitas y especias. Los secos mas populares se preparan con carne de res, chivo, borrego o pollo.

En esta ocasión, desde PROCAR les proponemos elaborar un seco de carne de res y usaremos jugo de tamarindo para darle un toque diferente. No hay nada mejor que un buen seco de carne para esos días de lluvia o tiempos de frio, pero en realidad se puede disfrutar de un buen seco cuando sea. El sabor de la carne cocido a fuego a lento con la salsa de tamarindo, cerveza, ajo, cebolla, tomate, perejil, cilantro, comino y demás ingredientes crean una deliciosa mezcla de sabor dulce, picante y salado.

Ingredientes

  • 2 libras de carne de res PROCAR, cortada en trozos medianos
  • 1 cucharada de comino molido
  • 1 cucharadita de pimienta dulce molida
  • ½ cucharada de achiote molido
  • ½ cucharada de ají molido o pimenton
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cebollas rojas, cortadas en pedazos medianos
  • 3 pimientos, cortados en pedazos medianos y quitadas las semillas
  • 3 tomates grandes, cortados en pedazos medianos
  • 6 dientes de ajo
  • 1 manojo de cilantro, la mitad para cocinar con el seco y la otra mitad picada finamente para añadir al final
  • 14 oz de jugo concentrado de tamarindo (sin azúcar)
  • 12 oz de cerveza
  • 1 cucharada de ralladura de panela o piloncillo, también puede usar azúcar morena
  • Sal y pimienta

Para acompañar:

  • Arroz, plátanos maduros fritos, yucas, rodajas de aguacate, cebollas encurtidas y ají criollo.

Preparación

  1. Sazone la carne con el comino, la pimienta dulce, el achiote, la sal y la pimienta negra.
  2. Licue la cebolla, los pimientos, los tomates, el ajo y la mitad del cilantro con el jugo de tamarindo hasta obtener un puré o una salsa espesa.
  3. En una olla de buen tamaño, caliente el aceite a temperatura media, agregue los pedazos de carne y hágalos dorar ligeramente por ambos lados.
  4. Añada la salsa de verduras licuadas con tamarindo y la cerveza.
  5. Haga hervir, luego reduzca temperatura y cocine a fuego lento, con la olla semi-tapada, hasta que la carne este tierna y la salsa se haya vuelto espesa, aproximadamente entre 1 ½ a 2 horas.
  6. Espolvoree con el cilantro picado y rectifique la sal.
  7. Sirva con arroz, plátanos maduros fritos, yuca, aguacate, curtido de cebollas y ají.

Algo realmente importante acerca de la preparación del seco de carne es que los ingredientes son fáciles de encontrar en cualquier lugar del mundo. Pero al igual que tantos otros platillos típicos, la receta cambia de una familia a otra, cada quien tiene sus secretitos y su manera diferente de prepararlo, pero el objetivo final es el mismo: que la carne quede tierna, jugosa y deliciosa.

En la preparación de los secos de antaño se solía usar la chicha como liquido principal, pero ahora la cerveza se ha convertido en el líquido preferido para preparar los secos. El jugo de naranjilla o lulo es el segundo liquido que se usa, este le da un sabor cítrico y ácido que contrasta con la cerveza, las verduras y las especias. En este caso, el sabor intenso del tamarindo crea un buen contraste de sabores con los demás ingredientes.

Fuente: laylita.com

0

El goulash es una receta de carne estofada/sopa originaria de lo que alguna vez fue el imperio austro-húngaro en Europa y que se extendió a las regiones cercanas. Por ello, aunque cada vez que hablemos de goulash pensamos en una de las comidas más representativas de Hungría, este plato también es típico en Austria, Eslovaquia, República Checa, Alemania, norte de Italia y en países balcánicos, cada uno con ciertas variantes.

El goulash, conocido también como gulash, puede ser un estofado, pero también una sopa, es un poco de ambas cosas. Se puede comer como un asopado, o se puede acompañar de arroz, de pan o de unos ñoquis de harina también típicos de la región que se llaman “Spaetzle”.

Es común que lo preparen con papas, pero también hay quienes lo sirven sin ellas. Eso sí, lo que nunca falta en un goulash es su ingrediente estrella: la páprika. La receta de goulash es muy sencilla. Se hace con pocos ingredientes y se cocina durante 2 ó 3 horas para que la carne quede bastante blanda. Existen variantes con cerdo, cordero y hasta con salchichas.

Receta de Goulash de carne

Ingredientes

  • 1 kg de carne para goulash PROCAR
  • ½ kg de papas
  • 1 litro de caldo de carne (ó agua)
  • 2 cebollas grandes
  • 1 pimiento grande
  • 2 tomates medianos
  • 1 cucharada de páprika en polvo, aunque también puedes usarla en pasta.
  • Sal
  • Pimienta

Preparación:

  • Pica todos los vegetales en cubos medianos.
  • Limpia y pica la carne también del mismo tamaño que los vegetales. Adóbala con sal y pimienta, y pásala por un poco de harina de trigo.
  • Calienta una olla con aceite vegetal o, preferiblemente, manteca de cerdo. Sella la carne rápidamente y resérvala.
  • En esa misma olla y con esa misma grasa, sofríe las cebollas y el pimiento.
  • Vuelve a poner la carne en la olla, incorpora el tomate troceado y revuelve por un par de minutos.
  • A continuación agrega el litro de caldo (o agua) y la páprika.
  • Baja la temperatura del fuego a la mitad, tapa la olla y deja cocinar por 2 horas, revolviendo de vez en cuando y revisando que no se seque mucho el líquido.
  • Transcurrido este tiempo, chequea la sal (agrega si hace falta) y prueba la carne, si ya está suave, agrega las papas picadas y vuelve a dejar cocinar por 15 minutos más.
  • Lo ideal es que el goulash quede como una especie de asopado, un plato bastante caldoso y muy gustoso.

Recomendaciones a la hora de hacer este plato:

  • Compra una buena carne, que tenga poca grasa: la carne para goulash de PROCAR es ideal.
  • Idealmente la receta se prepara con páprika picante. Si no la consigues, ponle una pizca de ají picante picado.
  • Procura usar un caldo de carne hecho con huesos, no uses cubitos. Todos los platos que incluyen cubitos, saben a cubitos.
  • Si no tienes caldo, usa agua, no es el fin del mundo.
  • La cocción es larga, más de 2 horas, debes estar muy atento que no se seque el líquido. Si te toca ponerle más (sea caldo o agua), caliéntalo previamente.
  • Si quieres hacer sopa goulash, procura tener un poco más de caldo a disposición.
  • Algunos cocineros húngaros no utilizan tomates en absoluto en la preparación de este plato, únicamente pimientos en grandes cantidades.
Fuente: comedera.com
0

Consejos prácticos para que la carne quede suave y tierna, además de sabrosa y apetecible

Cuando se prepara un plato de carne -ya sea asada, a la plancha o estofada-, no solo es importante el sabor, la presentación o las salsas de acompañamiento. La textura juega un papel muy importante a la hora de disfrutar esa receta. De nada sirve una carne exquisita, muy aromática o muy bien presentada en la mesa, si en el momento de cortarla o degustarla está demasiado dura y dificulta la masticación. Para evitar este contratiempo y conseguir ese punto deseado, el siguiente artículo ofrece varios consejos sencillos. Elegir bien la pieza y el corte, recurrir a algunos utensilios de cocina o utilizar ciertas especias e ingredientes son algunos secretos para lograr que la carne quede tierna, además de sabrosa y apetecible.

Trucos sencillos para conseguir una carne tierna y apetitosa

En el mercado:
  • Lo primero es comprar piezas «bien cortadas» (es decir, que sigan el corte clásico) y, en la medida de lo posible, evitar que nos den la última parte de la pieza «a la contra»: esa carne que es cortada con la dirección de la fibra será un filete difícil de masticar.
  • El tipo de corte es muy importante. Los correspondientes al solomillo, lomo o chuletas, filetes y la parte superior de la pierna son cortes adecuados para cocinar a la plancha, salteados, rebozados y fritos (o asados, si son piezas grandes). En cambio, los cortes procedentes de la falda, el pecho y la parte baja de la pierna son los que se utilizarán para braseados, guisados y estofados.
  • Es necesario fijarse en el aspecto de la carne: que tenga buen color (rojizo natural, ni rojo chillón, ni ocre) y que los bordes tengan un aspecto fresco, de un color blanco cremoso. Si el borde es demasiado amarillento, la carne es de un animal viejo. Este rasgo está bien valorado en el caso de las chuletas de vaca o de buey, pero no en el resto de las piezas.
Con utensilios de cocina:
  • Antes de cocinar la carne, hay que retirar buena parte de la grasa exterior. Y, a la parte que se conserve, se le hará una serie de cortes en su exterior. De este modo, durante el cocinado, la grasa no ejercerá fuerza sobre la carne ni deformará la pieza, como si fuera una goma elástica.
  • Un truco muy fácil de hacer para que la carne esté más tierna es cubrirla con un film de cocina y, con ayuda de una maza o con un rodillo de madera, dar unos golpes sobre el filete de carne para que las fibras se rompan un poco. El objetivo no es aplastar el filete de carne, sino romper las primeras fibras para que la pieza sea un poco más fácil de cocinar y de masticar.
  • Si el filete es un poco más grueso, tipo bistec, se pueden realizar unas pequeñas incisiones en la superficie (unos cortes paralelos en una dirección y luego otros perpendiculares, como si se «cuadriculase» el filete). De esta manera el calor penetra en el interior con rapidez, se cocina la carne antes y queda más tierna porque las fibras superficiales se han cortado.

Con otros ingredientes:

  • Adobar o marinar también da buen resultado a la hora de hacer más fácil la cocción y masticación de la carne, además de aportar otras características, como un sabor y un aroma complementarios, capaces de despertar sensaciones.
  • Para marinar se emplea una mezcla de aceite y algún elemento ácido (unas gotas de zumo cítrico, vinagre de vino o de sidra, o un vaso de vino). A esta preparación se le agregan unas hierbas aromáticas -como tomillo, albahaca o romero- en muy poca cantidad. Si el marinado se realiza durante más de dos horas, se le pueden añadir hortalizas -como cebolla limpia y troceada, ajo, zanahoria, apio…-. Una vez que la mezcla está lista, se introduce la carne y se deja reposar durante un mínimo de 30 minutos y un máximo 12 horas (a más dureza, más tiempo de marinado). Por último, se escurre la carne para poder cocinarla. En algunos estofados se emplea parte del jugo del marinado, aunque esto no es lo habitual porque aporta demasiado sabor.
  • El adobo consiste en untar la pieza con una mezcla de aceite, ajo, pimentón o curry, alguna hierba aromática y sal. Se deja reposar el trozo de carne por lo menos durante una hora antes de cocinar, ya sea frita o asada. Este tipo de adobos son muy útiles para las piezas un poco más secas, como el lomo central, que no tiene grasa entreverada.
  • Otra forma de cocinar la carne para que esté tierna es la de revestirla con una capa de apanadura, formada por harina, huevo batido y pan molido normal o pan rallado con trocitos de ajo, perejil y hasta de ralladura de limón. La apanadura protege al alimento al cocinarlo y hace que quede crujiente la superficie y jugosa la carne interior. Se emplea para la carne de todo tipo de animales, pero siempre cortada en finos filetes. Si se apana una pieza gruesa -como una pechuga sin filetear o cortada muy gruesa-, el exterior quedará perfecto, crujiente y apetitoso, pero el interior estará a medio cocinar. El método de cocinado del filete apanado es una fritura tradicional.

Fuente: consumer.es

0